jueves, 16 de febrero de 2012

[Crírica Literaria: El Juego de Ender]

Para variar, les haré un cometario acerca de un libro de ciencia ficción, género que últimamente se ha convertido en uno de mis favoritos, no solo por las posibilidades que abre sino también por las críticas sociales implícitas -o explícitas- que plantean, lo que las hace valederas no solamente para la época en la que fue concebida la obra sino que son aplicables a prácticamente cualquier realidad.. Porque son eso, relatos de anticipación y no solamente tecnológica y robótica como muchos quisieran pensar, sino social y política.

El juego de Ender se enfoca principalmente en eso, en una sociedad que vive presa del miedo luego de una invasión fallida por parte de una razaa extraterrestre a la que llaman "insectores" por su obvio parecido con los insectos terrestres. Es tanto el miedo a que la humanidad pierda una batalla que pareciera inminente que las fuerzas militares deciden iniciar un poyecto en el que monitorean a los niños desde su nacimiento para elegir a los mejores prospectos de oficiales dependiendo de sus características mentales y de comportamiento. Es así como en un régimen en el que sólo se permiten tener 2 hijos, a una familia con gran potencial se le permite un tercero que al parecer sería el indicado para comandar las tropas... Así comienza a desarrollarse la historia, con los juegos militares que van inculcando una disciplina y capacidad de pensamiento diferente en los niños.. Y esa es la parte que impacta del libro, ya que l adiestramiento parte a los 6 años, edad en que los niños deberían con suerte apreder matemáticas.. Pero son pequeños genios y, como todo niño, lo suficientemente astuto y maleable como para obtener grandes resultados.

Eso me hace pensar... ¿Llegará el día en que la humanidad esté tan desesperada por su supervivencia que ponga su destino en manos de niños? ¿o es precisamente eso lo que está pasando actualmente con nuestros gobernantes que se toman todo como un juego ya que las posibilidades que sus decisiones les afecten a ellos en su rango de poder son mínimas?..

De todas formas preferiría poner mi destino en manos de un niño que en las de un adulto jugando a ser niño... Al menos el real generalmente suele actuar con instinto y sin anteponer tanto el YO...

Pero bueno, el libro es muy recomendable, lectura ligera, ágil y liviano para las vacaciones. Por algo ganó un Hugo y un Nébula en 1986.


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